Existen infinidad de personas, pero sólo algunas de las que cuentan con la oportunidad de estudiar eligen dedicar su vida al servicio de la educación, lo cual es admirable, pero lo es más aún en quienes ejercen este oficio en zonas rurales con problemas de seguridad pública, convirtiendo cada desplazamiento hacia estos sectores en un riesgo constante pero el cual deciden afrontar con un gran compromiso social, creyendo firmemente en que desde su labor están haciendo un gran aporte para mejorar la situación de nuestro país.
Este gran equipo interdisciplinar de instructores, son quienes día a día le dan vida al programa de Jóvenes Rurales Emprendedores en el Centro de Electricidad y Automatización Industrial – CEAI, apostándole al emprendimiento como un elemento clave, no sólo para mejorar la situación económica y la calidad de vida de una comunidad, sino como un factor capaz de cambiar la manera de pensar, actuar y ver la vida, concientizando a sus aprendices sobre la importancia de creer en sí mismos como los únicos gestores capaces de lograr sus propios cambios.
Así, personas como estos instructores e instituciones como el SENA, representan el tipo de actitud que necesita Colombia la cual no se limita a criticar y señalar los problemas que tiene nuestro país, sino que por medio de acciones concretas contribuyen a un mejoramiento continuo brindando nuevas alternativas productivas, lo cual a su vez evita que aparezcan factores como la pobreza, el desempleo y la desigualdad, que pueden convertirse en posibles detonantes de muchos tipos de violencia como la intrafamiliar, violencia de género y conflicto armado.